No hay más que salir a la calle para ver que el pelo hoy se lleva como uno quiere. Sí, pero sólo hasta que uno entra en la oficina del DNI porque las restricciones sobre el pelo a la hora de sacarse el carné de identidad siguen muy presentes.
Puede estar muy bien para lucir palmito en la pasarela, o incluso para subir a recoger un Óscar, pero
La legislación indica que ha de poderse ver todo el óvalo de la cara, es decir, que el pelo no pueden tapar ninguno de los rasgos faciales, como tampoco ningún accesorio.
Las únicas excepciones son las prendas religiosas, siempre y cuando dejen frente y orejas completamente al descubierto.