El argumento de la crisis no ha sido suficiente para lograr el consenso en la Comisión Europea. Las fuertes discrepancias entre países han obligado a retrasar un debate que este martes debía decidir si las ayudas al carbón podrían ser prorrogadas durante doce años más.
Como telón de fondo, especialmente en los momentos actuales, las posibles consecuencias en el empleo, que, de no existir estos subsidios, conllevaría el cierre de minas en el continente, con cerca de 100.000 puestos de trabajo en peligro.
Las cuencas mineras de las provincias de León y Palencia forman parte de las afectadas, aunque su situación no es muy diferente de la de zonas como la del Ruhr en Alemania o el Valle de Jiu en Rumania.
El comisario español Joaquín Almunia ha participado en la elaboración de una propuesta que debía haberse debatido hoy. En ella se incluyen dos tipos de ayudas hasta finales de 2022, cuya entrada en vigor tendría lugar a partir del 31 de diciembre, fecha en la que el actual reglamento de subsidios llega a su fin.
Sin embargo, ante este borrador, países como Dinamarca o Eslovenia han levantado la voz al considerar que supone una contradicción de la ambición europea de promover una economía más verde.
Con este panorama, el debate europeo se aplaza al menos hasta el próximo 20 de julio. Poco antes de tomar esta decisión, la Comisión recibía la queja formal de WWF en contra de las ayudas de nuestro Gobierno a la producción de energía con carbón. Una decisión que la asociación de defensa de la naturaleza considera incomprensible.