Quienes entran en "Esencia Pilates" no sólo llegan buscando un remedio para sus dolores de espalda. En este nuevo estudio, que acaba de abrir sus puertas en Valladolid, el usuario se sumerge en un oásis de tranquilidad. Es hora de olvidarse del trabajo, del estrés, de los problemas.

Aquí se viene a hacer ejercicio de una manera personalizada. Cuatro alumnos por clase, esa es la norma. Un número perfecto para que Sofía Cristina pueda vigilar y corregir al detalle cada movimiento. Porque el pilates es una técnica que se aprende paso a paso y que necesita de la supervisión de un monitor.

Hace unos meses Sofía Cristina decidió que era el momento de dejar de trabajar por cuenta ajena para convertirse en emprendedora. Empezó a mascullar esa idea cuando supo que iba a ser madre. Y no ha parado hasta que lo ha conseguido.

Asegura que de lo único que se arrepiente es de no haberlo hecho antes. Y eso que hacer frente a los números y a un local vacío no ha sido fácil. ¿Vértigo?, sí, reconoce, pero cuando te enfrentas a lo desconocido sabiendo que al final vas a hacer lo que más te gusta, todo eso se esfuma y sólo quedan las ganas de hacer las cosas bien. A Sofía Cristina le gustan los retos. Este ya lo ha conseguido.