Este jueves ha caducado la concesión del embalse de Villalcampo en Zamora. Es la primera de las ocho que caducan en Castilla y León en esta década. Si miramos hasta 2035 serán 34 pantanos los que se verán afectados. Castilla y León es la segunda con más agua embalsada, detrás de Extremadura, pero la primera en producción de energía hidráulica. Este embalse zamorano, aparte de ser el primero, servirá como banco de pruebas para incluir nuevas condiciones en los pliegos de concesión.

Porque más allá de la generación de energía, los embalses dotan de otros recursos como el turismo y el empleo. Así lo reconoció la última modificación de la Ley del Agua y, desde entonces, la empresa concesionaria debe avisar a los ayuntamientos de los futuros desembalses para perjudicar lo menos posible a otras actividades económicas. Ahora en Villalcampo se abre un impasse hasta que se resuelva la nueva concesión. Aunque, por el momento, será Iberdrola quien continúe con sus labores de explotación a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se pronuncie sobre una posible ampliación de la concesión para 15 años más.

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