Es el día soñado para muchos, pero en ocasiones se convierte en una pesadilla. Llega la época estival y el momento de pasar más tiempo en pareja y en familia. Tras el verano se produce un repunte en las separaciones.
"El hecho de tener una serie de habilidades para resolver conflictos a veces no están presentes dentro de la pareja. A la mínima dificultad los miembros de la pareja deciden poner punto y final a la convivencia e iniciar otra pensando que con eso se resuelve el problema", relata Javier Ares, psicólogo.
En el centro de orientación familiar diocesano trabajan con parejas para buscar solución a sus conflictos. Uno de los problemas que más se repite tiene que ver con la comunicación. "Hay que ponerse en el lugar del otro, entender qué es lo que el otro necesita que es lo que el otro quiere. Tratamos de transformar las críticas en quejas que permitan expresar los sentimientos, que permitan al otro corregirse pero que a la vez no le califiquen de una manera global." Añade Diego Velicia, psicólogo del COF.
Otra de las claves reside en cambiar la palabra aguantar por valorar. "Ser capaz de decir, a pesar de los defectos que la otra persona tiene cosas buenas que le hacen valer la pena, que le hacen que merezca la pena volver a elegirlo." Dice Diego Velicia.
Los expertos nos desvelan una receta para mantener la salud de la relación: dedicar un tiempo a la conversación diariamente, disfrutar de aficiones comunes y resolver los conflictos antes de que termine el día.