ANIVERSARIO

'Me quedo con el Delibes abuelo'

  • Este sábado se cumple un año del fallecimiento de Miguel Delibes
  • Uno de sus nietos, Pancho, nos describe al Delibes más cercano

Estefanía Ureña

Hemos quedado con Pancho, uno de los nietos de Miguel Delibes, en el Campo Grande, el lugar preferido por el escritor para pasear. Un joven, padre de familia, que derrocha amabilidad. No me cabe duda que es nieto de quien es.

De Miguel Delibes me interesa su faceta más cercana. Qué mejor manera de conocerle que a través de su nieto, una persona que ha compartido 30 años con el escritor.

Se le ilumina la cara cuando habla de su abuelo. Muchas veces lo hace en presente, olvidando quizás que hace un año nos dejó.

Pancho admite que él y sus primos (18 nietos en total) no fueron conscientes de la importancia de su abuelo hasta que falleció, porque ellos siempre vieron a Delibes como eso, su abuelo. El día de su entierro se sintieron abrumados por tantas muestras de afecto.

En su casa nunca se hablaba de literatura o de sus libros. La charla siempre versaba sobre el día a día. Cómo había transcurrido el colegio, los deportes o las aficiones familiares.

Le pregunto a Pancho si recuerda algún consejo de su abuelo. Se ríe. No olvida el día que Delibes le agarró de la pechera para decirle que ya tendría tiempo de estudiar periodismo. "Primero estudia otra carrera", le dijo, "luego ya te especializarás en periodismo".

A Miguel Delibes le gustaba la tranquilidad. A sus nietos les cayó más de una bronca cuando el abuelo estaba escribiendo. Tampoco eran de su agrado los actos públicos. De hecho, fueron los Reyes de España los que visitaron un día a Delibes. "Imagínate" comenta Pancho "Don Juan Carlos y Doña Sofía sentados en el sofá de mi casa".

¿Y qué ocurría cuando en el colegio el profesor mandaba hacer un trabajo sobre Miguel Delibes? "Eso era un marrón", admite Pancho. "El maestro siempre esperaba más de mi. Tuve compañeros que se sacaban más nota que yo".

El nieto de Miguel Delibes acompañó a su abuelo el día que le entregaron el Premio Cervantes. Esa misma mañana tenía el examen final de literatura. Cayó su abuelo. Al día siguiente Pancho hizo la prueba, pero esta vez con otro escritor. Si hubiera sido Delibes lo hubiera bordado.