Reuters/EP / Benghazi
Miles de personas han celebrado este viernes la tradicional oración del viernes en delante del mar en Benghazi, segunda ciudad de Libia y epicentro de las protestas contra el régimen de Muamar Gadafi, y han aprovechado para pedir más respaldo y ayuda exterior a su revuelta.
Unos 15.000 fieles se han congregado en el exterior del tribunal que se ha convertido en el cuartel general del rebelde Consejo Nacional, que reclama a la comunidad internacional la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia.
"Ayudadnos a convertirnos en un país democrático", rezaba una de las pancartas colgadas en el lugar y escrita en inglés y árabe. "Salvad Zawiya de los bombardeos: no hay comida, no hay medicinas", se podía leer en otra, en referencia a una localidad del oeste donde se están produciendo violentos combates.
Otra de las pancartas agradecía a Francia y al presidente francés, Nicolas Sarkozy, por haber reconocido el jueves al Consejo Nacional libio como representante legítimo del país. Asimismo, Sarkozy y el primer ministro británico, David Cameron, habían defendido que Gadafi debe dimitir y habían pedido la preparación de planes para ayudar a los rebeldes, lo que podría incluir una zona de exclusión aérea.
Por otra parte, algunos han expresado su preocupación por la ventaja con que cuentan las fuerzas de Gadafi, mejor armadas y equipadas. "Nos preocupa que Gadafi tenga una fuerza que nuestros jóvenes no puedan hacer frente", ha reconocido Ali Mahmoud, un empresario de 52 años. "No estamos combatiendo un Ejército, estamos luchando contra una banda", ha añadido.