El sector lleva esperando cuatro años desde que inició el proceso para actualizar la normativa vigente de 1998. Se esperaba que estuviera lista para este 2023. Era el objetivo. Pero el contexto político, el año electoral y el cambio de consejero de la Presidencia han provocado retrasos en la tramitación.
"Lo importante no es el tiempo, es que salga lo mejor posible", destaca Irene Muñoz, directora general de Relaciones Institucionales de la Junta de Castilla y León.
Desde la Asociación de Empresarios de Salas de Juego en Castilla y León (SAJUCAL) calculan que sea en el primer cuatrimestre del próximo año. Actualmente, el anteproyecto, fruto del consenso, se encuentra en las Cortes en fase de recibir enmiendas. Se han registrado 58, todas desde la oposición. "A no ser que sea algo que acompañe bien a la ley, yo creo que no van a tener ninguna en consideración", pronostica Ángel Aranzana.
Este retraso conlleva que las medidas acordadas para prevenir y proteger a personas vulnerables estén paradas.También retrasa que se soliciten nuevas licencias de establecimientos de juego. La última prórroga de la moratoria fecha en enero de 2025 o cuando se apruebe la ley esta prohibición. Aun así, no se espera un aluvión de solicitudes por parte de la Junta. "Es una cuestión de evolución del sector", justifica Muñoz. Lo mismo opinan desde el sector que venía en aumento en los últimos años pero la pandemia fue punto de inflexión en el juego presencial.
Actualmente, hay 17.566 establecimientos de juego en activo en la comunidad: la mayoría son máquinas (12.562), salones de juegos (97) y casas de apuestas (18). Y el riesgo está ahí. Así lo perciben desde Ajupareva, donde el año pasado atendieron 120 casos, uno cada dos días. En lo que llevamos de año, la cifra ya supera los 70. Aranzana advierte que el juego online es "mucho más adictivo" que el juego presencial. Ese ya es competencia del Ministerio de Consumo.
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