En estos últimos días los contagios han ido en notable aumento. Empezaban a despuntar el miércoles y el jueves se pulverizaba todo récord de positivos notificado hasta ahora en la Comunidad, superando los 5.000 casos diarios. Con estos datos, la labor de los rastreadores se ha multiplicado por 10 en menos de un mes. Además de sanitarios, los militares llevan ejerciendo estas funciones, sin parar, desde hace más de un año.

Las llamadas no paran ningún día del año y más en esta sexta ola. "Podíamos hacer 20, 30 casos al día, pero ahora superamos los 300 o 400 casos diarios", nos cuenta el brigada González Pardo, coordinadora de la Sección 5 de rastreadores de Castilla y León. Desde esta unidad, que ha triplicado personal en menos de un mes, los militares rastrean casos de áreas sanitarias de Valladolid y de Segovia.

Su labor es la de advertir y recordar protocolos. "Sí tienen que hacer cuarentena, si estás vacunado y con síntomas. Si eres conviviente se les hace prueba, aunque no se les deja en cuarentena", informa el soldado González. Lo que se están encontrando al otro lado del teléfono es menos gravedad. "La gente está teniendo menos síntomas, al estar vacunados están mejor", añade el soldado.

En los últimos días, la Junta ha pedido un refuerzo de 120 militares al Ministerio de Defensa y esperan que sigan reforzando. Ahora mismo entre sanitarios y militares, 540 personas se dedican a las labores de rastreo de COVID-19.