La agricultura ecológica busca y consigue un producto de calidad sin que en su proceso de elaboración haya intervenido la química. Se usan fertilizantes naturales y avanzadas técnicas agrícolas para evitar posibles plagas o daños y no tiene porque ser más cara, como mucho, un 15% más que otros alimentos.
Castilla y León está a la cola en producción ecológica, ya que aporta menos de un 2% de la superficie nacional y apenas hay 40 ganaderos que se han animado a crear explotaciones en las que todo se elabore de forma natural. Desde la Unión de Campesinos aseguran que, pese a haber crecido en los últimos años, se necesita más financiación y apoyo y reclaman a la Junta de Castilla y León más ayuda a un sector emergente.
La decisión de pasarse a la agricultura ecológica supone una leve pérdida de productividad al principio, pero en apenas dos campañas se estabiliza y se convierte en rentable