Con un desayuno a primera hora, el Gobierno ha celebrado el acuerdo alcanzado con los sindicatos para el nuevo mecanismo de equidad generacional, el nuevo fondo de Reserva de las pensiones. Se incorporará como enmienda a la reforma que se está tramitando en el Congreso y que sí contó en julio con el visto bueno de la CEOE. El rechazo de la patronal a este nuevo mecanismo ha sido lamentado por el Ejecutivo, que defiende que va a ser muy positivo.
Políticamente, el aumento de las cotizaciones ha tensado un poco más la relación entre Gobierno y patronal, pero económicamente qué nos supondrá. Dependerá de nuestro salario base y de cada situación personal, pero los expertos calculan que nuestra nómina mengüe entre 1 y 2,5 euros al mes, y que servirá para dar oxígeno al fondo de las pensiones, para garantizar la jubilación de la generación baby boom, la más numerosa.
Este 0,6 % lo asumirá casi en su totalidad la empresa (0,5 ella y 0,1 el trabajador). Para una base de cotización de 2.000 euros - la media en nuestro país- la empresa pagará 10 euros, y el trabajador 2. En la práctica esto supondrá una merma de entre uno y dos euros y medio en nuestra nómina.
La cotización para contingencias comunes pasará de 28,3 % a 28,9. De los cuales, solo un 4 % lo asume el asalariado. Esto se destina sobre todo a pagar jubilaciones, pero también otras contingencias como incapacidad, prestaciones como la de maternidad o la asistencia sanitaria. Entrará en vigor en 2023 y permanecerá activa durante una década. A partir de 2033 tendrá una revisión cada 3 años.