La situación en el campo es delicada después de las abundantes lluvias, que han anegado los campos e impiden a los agricultores entrar en ellos. Muchos no han podido echar abonos o herbicidas en el cereal, y otros ven cómo cultivos que ya deberían estar plantados, aún esperan su turno. Se van a producir retrasos de más de un mes en la siembra de la remolacha, la patata o la cebolla, lo que acorta los ciclos y puede mermar a productividad.
Ante este escenario es clave que no llueva en los próximos 20 días para que los agricultores puedan finalmente entrar para realizar tratamientos sobre el terreno y sembrar. Después, en abril y mayo, será necesario que vuelvan las precipitaciones para que la cosecha sea buena.
Puedes estar informado de las principales noticias de Castilla y León en nuestros perfiles de Facebook y X