"En Castilla y León tenemos un problema ahora mismo en Sanidad. Se están parando las visitas en endocrinología y no te dan de nuevo una cita. No se están haciendo seguimientos, hay un desabastecimiento de hormonas a nivel estatal". Es el testimonio de Ana Ayuso, madre de una niña transexual de 10 años quien no tuvo problemas en el colegio al hacer la transición, pero no sucede lo mismo en todos los casos.

Castilla y León es una de las pocas comunidades que continúa sin tener su propia ley. Ana denuncia que sin protocolo de educación, las personas trans están desamparadas. A esto se suma la falta de referentes transexuales.

Conocemos otra historia. Nahikare escuchó el mensaje que su hija le comunicó en cuánto empezó a hablar. A los cinco años decidieron hacer el cambio de nombre. Las familias de los menores trans luchan para que se reconozcan los derechos fundamentales de este colectivo ante el repunte de casos de transfobia algo que genera miedo en esta madre que dice que nunca va a soltar la mano a su hija. Ella será su fiel compañera en un camino que irá construyendo con importantes mensajes: "La sociedad tiene que saber que no son personas enfermas, tiene que saber que una genitalidad no representa quien eres y tiene que tener claro que las realidades trans existen, han existido y que las realidades trans están para quedarse", concluye Nahikare.