Las lluvias no siempre benefician al campo, se tienen que dar en su momento, y las de este pasado invierno han perjudicado a varios sectores, como al de la miel. Tan grande fue el daño que se esperaba una cosecha un 50% más baja que el año pasado, pero se ha recuperado gracias al trabajo de los apicultores. Han tenido que reorganizar las colmenes y los enjambres para tratar de sacar más rendimiento.
Otra causa de ese descenso ha sido la 'desabejización', es decir, las colmenas cada vez tienen menos inquilinas. Se trata de un fenómeno del que desconocen los motivos, pero que afecta a muchos apicultores. Una de las causas puede ser la contaminación con insecticidas que dejan residuo en la flor y que provoca que las abejas pierdan el sentido de la orientación y no pueden regresar al colmenar.