Aunque ahora la encontremos en un despacho, el hábitat natural de Ana Isabel Tagarro es el tatami. Lleva toda una vida dedicada al karate, desde diferentes facetas, y ahora toma las riendas de la Federación de Karate de Castilla y León.
Conoce las "necesidades" de los distintos estamentos y la salud de este deporte en la comunidad. "Tenemos muy buenos veteranos, pero sí que tenemos que trabajar más en las categorías inferiores", analiza.
Es uno de los objetivos del mandato de la leonesa, que también quiere dar relevancia al papel de la mujer a través de cursos de defensa personal. "No solo a nivel físico, sino también psicológico, cómo se enfrenta una mujer a una situación de agresión", explica.
Son las líneas maestras con las que potenciar un deporte que, antes de la pandemia, contaba con casi 12.000 licencias en Castilla y León.