La difuminación entre la jornada laboral y el tiempo familiar o la pérdida de sentimiento de pertenencia con la empresa son algunos de los riesgos del teletrabajo. Saber adaptar esta modalidad a las necesidades de producción y de los propios empleados es clave para conseguir el equilibrio entre una mayor conciliación y el correcto desarrollo del trabajo.
El modelo más habitual de teletrabajo es el mixto: combinar la presencialidad con el trabajo desde casa. En Grupo Aspasia pueden elegir entre trabajar tres de las cuatro tardes a la semana o una jornada completa y, según su responsable de marketing e innovación, "la producción no ha bajado" y la satisfacción de los empleados "ha mejorado".
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