Uno puede hacer teatro sin mostrar más que una sola parte de su cuerpo. Una compañía belga se ha especializado en el ballet de manos, en el que representan las historias valiéndose sólo de estas extremidades. Es una combinación de las tablas del escenario y el cine, ya que es necesario proyectar la escena para que pueda apreciarla el espectador.