El pasado 3 de agosto un vecino de la calle Rigoberto Cortejoso, en Valladolid, falleció en el acto tras precipitarse por el balcón de su vivienda en el sexto piso. Inicialmente, se barajó la hipótesis de que la muerte hubiera sido voluntaria, pero el caso sigue abierto. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional lo investiga.

Una grave anomalía en el balcón

Castilla y León Televisión ha tenido acceso al informe que los agentes solicitaron al Colegio de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Valladolid. Dicho escrito sustenta la hipótesis de que la muerte haya sido accidental. Los técnicos han detectado una grave anomalía en el balcón, la barandilla estaba sujeta únicamente con tornillos y tacos de pared, en ningún caso una sujeción adecuada para una estructura de estas características. 

Jerónimo Alonso es vocal del Colegio de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Valladolid. Él es uno de los técnicos que ha elaborado el informe solicitado por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional. Alonso asegura que el balcón de la vivienda "estaba mal anclado". Según el arquitecto, pudo haber "una manipulación del antepecho y una colocación ineficiente". 

Cuando se precipitó el vecino fallecido, también "cayó al suelo la barandilla del balcón por un mal anclaje", explica Jerónimo Alonso a CyLTV, y hace una recomendación: "sería conveniente que haya un asesoramiento técnico en la manipulación de las sujeciones en balcones y barandillas, no en sí por el tipo de actuación sino por las consecuencias que puede tener".

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