En marzo el Consejo de Ministros dio luz verde a la aministía fiscal para recaudar 2.500 millones de euros de dinero negro. En agosto sólo había conseguido atraer 50 millones y el tiempo se acaba. El plazo concluye el 30 de noviembre. Esos 50 millones son el diez por ciento que va a parar a Hacienda de lo que aflora, con lo que se han recuperado 500 millones de la economía sumergida.
El sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) estima que la norma contiene un fallo de forma que la conduce al fracaso. "La forma en la que se ha establecido y desarrollado la amnistía fiscal quizá puede haber generado dudas en algunos defraudadores que pudieran estar interesados en acudir”, asegura su presidente, Carlos Cruzado.
El Gobierno confía en que antes de que venza el plazo aumente considerablemente el númerod e defraudadadores que se acojan a ella y alzanzar al menos entre 1.000 y 1.500 millones de eruos rcaudados, la mitad del objetivo inicial. “Las asesorías están aconsejando a sus clientes esperar hasta el final de periodo para presentar las declaraciones extraordinarias”, afirma Miguel Santos Barruecos, el delegado especial de la Agencia Tributaria en Castilla y León.
Los técnicos de Hacienda creen que el Gobierno debería centrarse en las grandes empresas y patrimonios, donde estiman que se produce el 70 por ciento del fraude de nuestro país.