Los responsables de una quincena de editoriales castellanas y leonesas se reunieron este lunes en la Vinoteca, dentro del pabellón de Castilla y León en la FIL de Guadalajara, para repasar el estado del sector y analizar aspectos como la competencia de la publicación institucional a las ventajas y dificultades de dedicarse a la profesión fuera de los focos principales del sector en España: Madrid y Barcelona. El director de la editorial palentina Menoscuarto y presidente del Gremio de Editores, José Ángel Zapatero, aseguró que "lo más complicado es encontrar visibilidad en los medios de comunicación nacionales, pero eso es algo que está cambiando y que se puede conseguir con esfuerzo y trabajo".
Los responsables de las editoriales Difácil, Multiversa, Everest, USAL, Menoscuarto, Lex Nova, La Calesa, Dossoles, San Esteban, El Pasaje de las Letras, Tansonville, Aruz, Comunicación Social, Fundación Santa María la Real y Azul, respaldaron con su presencia el encuentro.
"Recientemente en España se ha dado un fenómeno muy interesante, el nacimiento de pequeños editores fuera de los dos focos principales de la edición en España. Estos editores, entre los que me incluyo, hemos encontrado unos nichos de producción bastante interesantes, los huecos que han dejado los grandes editores, y nos caracterizamos por el cuidado en la edición y en la selección de los autores. Cada vez tenemos más presencia en las mesas de novedades, publicamos el 30 por ciento de los títulos que se editan en el país, pero sólo el 13 por ciento de los ejemplares y el 10 por ciento de lo que factura la industria en España", explicó el presidente del Gremio.
Refiriéndose a las ventajas, Zapatero aseguró que "al estar en una provincia se trabaja mucho más tranquilo, con mayor calidad de vida, tienes menos compromisos y eso te da más libertad para publicar lo que te apetece y libremente decidas". Sin embargo, apuntó que "seguramente se pueda vivir del libro fuera de Madrid o Barcelona, pero es mucho más fácil si vives allí".
Por su parte, en representación del grupo editorial leonés Everest, Miguel López Varela apuntó que tener la sede en una región como Castilla y León "podría haber tenido más influencia hace unos años. Hoy en día, con las nuevas tecnologías y las comunicaciones de transporte hacen que eso no sea ninguna limitación". "Bien al contrario, antes teníamos doce delegaciones, y ahora lo centralizamos todo desde León. En logística no es inconveniente, en oportunidades de negocio tampoco, porque en nuestro caso estamos presentes en todo el mundo".
En la mesa también intervino la responsable de ediciones de la Universidad de Salamanca, María José Rodríguez Sánchez, quien aseguró que "en Salamanca hay grandes profesionales". "Tenemos la posibilidad de editar libros gracias a que existen buenas imprentas, que trabajan muy bien desde allí y que son reclamadas desde otras regiones como Madrid o Cataluña incluso", si bien reconoció que uno de los mayores problemas que se encuentran llega con la difusión de sus publicaciones.
Moderada por Ernesto Escapa, la mesa 'La edición en Castilla y León' se cerró con Zapatero asegurando que Guadalajara vive con la FIL "una auténtica fiesta del libro", y reclamando para el sector una mayor implicación institucional. "La Administración puede ayudar muchísimo muchísimo más, y deberíamos tener más alianzas con ellos. Es absurdo que nos hagan competencia publicando libros de turismo que luego no encuentran difusión", concluyó.