Las autoridades estadounidenses habían manifestado en los últimos años que el régimen del recién derrocado presidente tunecino, Zine al Abidine Ben Alí, era un "Estado policial" que violaba los Derechos Humanos y cuyos altos niveles de corrupción paralizaban la economía y favorecían a la "extensa familia" del mandatario, en particular al entorno de "la primera dama".
Asimismo, los representantes norteamericanos habían advertido que el régimen tendría problemas de estabilidad "a largo plazo" por el aumento de la "indignación" entre los tunecinos a causa de la corrupción, el alto desempleo y la inflación.
Un cable diplomático secreto del entonces embajador de Estados Unidos en Túnez, Robert F. Godec, filtrado por el portal Wikileaks, indicaba en julio de 2009 que, "a pesar del progreso económico y social" experimentado por el país norteafricano, "su historial de libertades políticas es pobre".
"Túnez es un Estado policial con escasa libertad de expresión y asociación y con serios problemas en materia de Derechos Humanos", se leía en el documento. "El problema es claro: Túnez ha estado gobernado por el mismo presidente durante 22 años y no tiene sucesor", proseguía.
El régimen, aseguraba el embajador, "no tolera ningún consejo ni crítica, ya sea interna o internacional", y "se sirve de la Policía para controlar y preservar el poder". Asimismo, "la corrupción está creciendo en el círculo íntimo" del presidente, y "muchos tunecinos lo saben", añadía.
En estas condiciones, advertía el representante norteamericano, "el coro de denuncias está aumentando" y los tunecinos "sienten adversión, e incluso odio, a la primera dama, Leila Trabelsi, y a su familia". "La indignación está creciendo en Túnez" a causa del "alto desempleo y las desigualdades regionales" y, por tanto, "aumentan los riesgos a la estabilidad a largo plazo del régimen", concluía el documento.
"La familia"
Otro cable diplomático más extenso, de junio de 2008, firmado por el propio Godec, advertía del incremento de la corrupción en el país y de sus efectos negativos en las inversiones y en la economía en general, con el consiguiente aumento de la inflación y el paro, que "han contribuido a las recientes protestas en el suroeste".
El documento señalaba que desde diversos sectores se mencionaba a la "extensa familia de Ben Alí" como "la Familia, al estilo de la mafia". "La mitad de las empresas tunecinas mantienen conexiones con Ben Alí a través de matrimonios", de los que salían especialmente beneficiados los familiares de la esposa del presidente, los llamados 'Trabelsis', manifestaba Godec.
"Los excesos de la familia de Ben Alí causan indignación entre los tunecinos", que "se enfrentan a la inflación y al alto desempleo", advertía el embajador. "Las llamativas muestras de riqueza y los persistentes rumores de corrupción han añadido leña al fuego", proseguía.