El primer ministro de Túnez, Mohamed Ghannouchi, anunció este lunes la composición del nuevo Gobierno en el que algunos de los ministros bajo la presidencia del presidente depuesto, Zine al Abidine Ben Alí, mantienen sus cargos y entran figuras históricas de la oposición.
Así, el líder del partido Ettajdid, Ahmed Brahim; el líder del Foro Democráticos por el Trabajo y las Libertades, Mustafá Ben Jaafar, y el líder del Partido Democrático Progresista, Nejib Chebbi, ocuparán carteras en el nuevo gabinete. El primero será ministro de Educación Superior, el segundo de Sanidad y el tercero de Desarrollo Regional. Asimismo, Ghannouchi ha nombrado nuevo gobernador del Banco Central a Mustafa Kamel Nabli.
Por otra parte, Ghanouchi ha revelado que los ministros de Defensa, Ridha Grira; Finanzas, Mohamed Richa Chalghoum; Interior --nombrado la semana pasada por Ben Alí--, Ahmed Friaa, y Asuntos Exteriores, Kamel Morjane, permanecerán en sus puestos.
Asimismo, Ghannouchi ha anunciado que se pondrá en libertad a todos los presos políticos, para lo cual se redactará una ley de amnistía, y que el nuevo Gobierno investigará a cualquier persona sospechosa de corrupción o de haber amasado una fortuna bajo el régimen del depuesto presidente.
"Cualquiera que acumulara una riqueza enorme o sea sospechoso de corrupción será llevado ante un comité de investigación", ha explicado en rueda de prensa.
"Estamos comprometidos a intensificar nuestros esfuerzos para restablecer la calma y la paz en los corazones de todos los tunecinos. Nuestra prioridad es la seguridad, así como la reforma política y económica", ha precisado el primer ministro.
Para lograr tales objetivos, Ghannouchi ha anunciado la creación de tres nuevas comisiones: la Comisión Superior de Reforma Política, presidida por Yadh Ben Achour, encargada de revisar la Constitución; la Comisión nacional para el establecimiento de los hechos sobre los asuntos de malversación y de corrupción, presidida por Abdelfatah Amor; y la Comisión nacional para el establecimiento de los hechos sobre los abusos durante el último periodo, que presidirá Taoufik Bouderbala, según informa la televisión estatal.
El presidente del Parlamento, Fouad Mebazza, presidente en funciones después de que Ben Alí abandonara el país el viernes en medio de una ola de protestas antigubernamentales, había pedido a Ghannouchi la formación de un gobierno de unidad nacional.
El nuevo gabinete deberá dirigir el país hasta la celebración de las elecciones, que se prevé se celebren en seis o siete meses, según el acuerdo alcanzado entre el hasta ahora partido gobernante, Reagrupación Constitucional Democrática (RCD) y la oposición.
La población, escéptica
Mientras, en las calles de la capital, la formación del nuevo Gobierno se ha recibido con escepticismo. "No confiamos en este gobierno porque están las mismas caras, Ghannouchi, Morjane y en particular Friaa", afirma Mohamed Mishrgi. El primer ministro "no ha cambiado nada, es como si el sistema de Ben Alí siguiera aquí, por esa razón las manifestaciones continúan en Túnez. Queremos un nuevo estado con un nuevo pueblo", ha añadido.
Por su parte Hosni Saidani ha considerado que "es difícil confiar en estas personas porque participaron en el sistema de Ben Alí, pero no tuvieron el valor de decirle 'para'". "Así que ¿cómo pueden hacer el cambio hacia la democracia?", se pregunta este ciudadano.
"Estas personas participaron en el sistema de Ben Alí. Es cierto, la gente no les quiere en el nuevo Gobierno pero no podemos tener un cambio completo, necesitamos ir hacia la democracia paso a paso", opina por su parte Mohamed Bouzayin.
El lunes, antes de conocerse la composición del nuevo gabinete, un millar de personas se manifestaron en la principal avenida de la capital contra el partido de Ben Alí, la Reagrupación Constitucional Democrática. Las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir para dispersar la protesta empleando gases lacrimógenos, cañones de agua y disparos al aire.