En 2018, la Junta puso en marcha un plan piloto en 50 centros para mejorar la enseñanza de las matemáticas en primaria. Es un cambio de enfoque que ha logrado que los alumnos no solo adquieran competencias educativas, sino también sociales. Lo aprendido en esta experiencia en Infantil y Primaria, ha animado a la Junta a extender el modelo de innovación a Secundaria, a través del programa experimental para la mejora del razonamiento y enseñanza de las matemáticas.

Los profesores de estas aulas han conseguido hacer divertidas las matemáticas, una asignatura que suele tener mala fama. "Pero los chavales cuando llega la clase de mates dicen que es su favorita", asegura Rubén Darío Abella, profesor del CEIP Ciudad de Buenos Aires, de Palencia, uno de los cuarenta y ocho centros donde se puso en marcha el proyecto. Y todo con juegos y problemas que resuelven en equipo, que les hace pensar y estar motivados. 

El objeto es mejorar las destrezas en el rendimiento de las matemáticas, así como aumentar la motivación, la confianza y la seguridad. Ahora, esas primeras experiencias han sido analizadas por el Grupo de Investigación Reconocido (GIR) "Educación Matemáticas" de la Universidad de Valladolid, que destaca las mejoras en la resolución de problemas, en el uso de estrategias más complejas y diversas, en el razonamiento y la expresión oral y en la comprensión de lo que se hace. Asimismo, se observaron avances en la motivación, el clima de aula, la participación activa, el trabajo cooperativo y la autopercepción de eficacia.

El proyecto tenía una duración de 3 años, pero la mayor parte de los centros continuarán con la experiencia.

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