Lejos quedan los años en los que el suministro de semilla de patata procedía en su totalidad de Álava y del norte de las provincias de Burgos y Palencia. La evolución del sector y el volumen de semilla que llegaba procedente de Holanda y de Francia hicieron que la superficie plantada con semilla de patata descendiera en España. La sequía de esta campaña ha provocado que los kilos de semilla desciendan, a lo que se une que en esos países están dando prioridad a sus agricultores.
Esto está provocando que en Castilla y León sean muchas las voces que afirman que el agricultor regional se va a encontrar con dificultades para poder sembrar toda la superficie que quiera. Además, la semilla disponible verá como su precio se incrementa en torno a un 20%.