El lluvioso invierno que hemos pasado continúa dando sus frutos de cara al verano. Muchos campos continúan verdes, se espera una buena cosecha y las lagunas, que a estas alturas de año suelen presentar una imagen desértica, ahora rebosan de agua. Es el caso de los humedales del centro de la Comunidad, un auténtico oasis en el corazón de tierra de campos.
Es algo totalmente inusual, lo que ha provocado que aves como el ansar común, que sólo vienen a pasar el invierno desde el este de Europa, haya fijado residencia de verano.
La biodiversidad varía en función de la estación del año y el estado actual del humedal abre un abanico de posibilidades.
La climatología ha provocado que zampullines, fumareles, gaviotas reidera, avefrías, porrones pardo o avetoros pueblen una zona que normalmente, en verano, es estepa.