Hoy 13 de mayo es el día central de la visita de Benedicto dieciséis a Portugal. En la explanada del santuario de la Virgen de Fátima el pontífice ha oficiado una homilia en la que, ante medio millón de fieles, ha asegurado que el ciclo de terror y muerte de las profecías de Fátima aún no ha concluido.
Ante más de medio millón de personas que han desafiados al frio y a la lluvia de estos días, el Papa ha oficiado la misa el santuario de Fátima con motivo del aniversario de las apariciones de la Virgen en 1917 en esa pequeña localidad de Portugal.
"Se ilusionaría quien pensara que la misión profética de Fátima ha concluido", porque "aquí revive el proyecto de Dios que interpela a la humanidad" desde sus inicios –reconoció Benedicto XVI-. "El hombre ha podido desencadenar un ciclo de muerte y de terror, pero no consigue interrumpirlo".
Con un gesto fuera del protocolo el Pontífice ha bendecido a dos bebés antes de subir al automóvil que le llevaba hasta el santuario. Los fieles totalmente entregados han ovacionado al pontífice con banderas de numerosas nacionalidades y lanzando pétalos de rosas blancas a al paso de la procesión con la estatua de la Virgen que precedió la ceremonia.
El Pontífice se trasladará mañana a Oporto donde celebrará otra eucaristía antes de partir para Roma.