El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anticipado este lunes la posibilidad de una intervención militar internacional sobre Libia que, según ha explicado, ya estudia la OTAN, al tiempo que ha abogado por la imposición de sanciones "firmes" sobre el régimen de Muamar Gadafi.
Durante una comparecencia junto a la primera ministra australiana, Julia Gillard, Obama ha declarado que tanto Estados Unidos como Australia consideran "inaceptable" la violencia ejercida por el régimen libio, que reprime desde hace semanas un levantamiento popular.
Obama, que ha defendido la democracia y los Derechos Humanos y ha querido enviar un mensaje "muy claro" a Gadafi y su entorno, les ha advertido de que serán considerados "responsables" de los actos violentos registrados.
Además de las sanciones, el mandatario norteamericano ha planteado la posibilidad de que la comunidad internacional emprenda una acción armada, que figura dentro "del amplio abanico de potenciales opciones" que discute la OTAN en Bruselas.
En relación a la respuesta humanitaria, Obama ha confirmado el envío de 15 millones de dólares más que irán a parar a organizaciones de asistencia que ya se encuentran sobre el terreno. Además, "estamos coordinándonos con Naciones Unidas para asegurarnos de que la población recibe la ayuda que necesita", ha añadido.
Según ha indicado este lunes el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, los países aliados han solicitado al Comité Militar de la Alianza que comience a preparar la planificación militar "necesaria" y "prudente" para poder hacer frente a "cualquier eventualidad" en Libia. No obstante, ha dejado claro que una eventual intervención de la Alianza requerirá un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y que por el momento el organismo de seguridad euroatlántico "no tiene intención de intervenir en Libia".
EE.UU. mantiene como posible opción armar a los rebeldes
El Gobierno de Estados Unidos también ha asegurado que mejorar la capacidad armamentística de los rebeldes es una de las opciones estudiadas por Washington para responder al conflicto en Libia.
Así lo ha confirmado en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien ha declarado que "la opción de proporcionar asistencia militar está sobre la mesa porque no se ha descartado ninguna opción".
Sin embargo, sí ha descartado que se vayan a enviar tropas terrestres para responder a los combates entre rebeldes y las fuerzas del régimen de Muamar Gadafi, que libran violentos enfrentamientos desde hace semanas.
Carney no ha querido entrar en más detalles porque no ha considerado conveniente adelantar acontecimientos, en alusión a la respuesta que la comunidad internacional podría adoptar en Libia. Entre las opciones figura también la intervención militar, algo sobre lo que han advertido este lunes tanto el secretario general de la OTAN, Ander Fogh Rasmussen, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
En cambio Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y, por tanto, con capacidad de veto en dicho organismo, ha descartado la intervención armada y ha abogado, en boca de su ministro de Exteriores, por que la crisis la resuelvan "los propios libios".