Un anuncio en Twitter les dio la posibilidad de desarrollar su proyecto. Desde Estados Unidos se buscaba emprendedores, de todo el mundo, que trabajaran en el ADN. Alberto y Adrián ya conocían este campo. Lo habían aplicado a la sanidad. Pero ahora querían ir más allá y su proyecto se convirtió en el primero de un grupo no americano en tener el visto bueno de este programa.
Su idea fue aceptada de inmediato: cómo los microorganismo influyen en el proceso de vino y en los sabores finales. Algo que se puede conocer a través de la lectura del ADN.
''El microbioma nos va a decir'', explica Adrián Ferrero, cofundador de BIOMEmakers, ''cuál es el estado de salud del viñedo. Nos va a decir si la planta se está muriendo porque hay determinadas especies fúngicas o bacterianas que la están atacando. O nos va a decir, por ejemplo, si hay especies que son únicas y que la protegen''.
Conocer y remediar la enfermedad que puede tener un viñedo puede ser clave para la sostenibilidad y rentabilidad de una bodega. Sobre todo teniendo en cuenta que hay enfermedades que son capaces de ir matando poco a poco a la vid en un plazo de cinco años.
La técnica que utiliza BIOMEmakers no sólo permite ver esto. También elaborar el tipo de vino que desea una bodega. ''Todos estos factores que se conocían como el terroir'' comenta Alberto Acedo, confundador de la empresa ''nosotros lo podemos resumir en un sólo biomarcador. Esto tiene una importancia muy grande si la bodega quiere hacer un tipo de vino especial. Quiere conocer lo que tiene en su suelo y luego producir un vino con unas características de sabor, de olor, que sean únicas''.
Hasta llegar aquí, Alberto y Adrián realizaron diferentes pruebas en bodegas de California durante seis meses para validar la aplicación de su tecnología. Allí llevaron a cabo el proyecto piloto porque allí tuvieron que crear su empresa. Al poco tiempo, decidieron regresar a Castilla y León con una filial.
''Es verdad que nuestra empresa sigue siendo americana pero también queríamos tener un impacto donde surge la idea, de donde somos nosotros. Y creíamos que también, volviendo aquí y creando una filial,y sobre todo la parte de I+D, dejándola en nuestra tierra, íbamos a tener un impacto mayor''.
La empresa estadounidense Illumina, líder en el sector de la genética, cree que su idea tendrá un impacto importante en la industria. BIOMEmakers cuenta con su apoyo, algo que les ha aportado reconocimiento internacional.
En el equipo de Valladolid trabajan genetistas, microbiólogos y programadores informáticos. Ahora están trabajando en el desarrollo de una plataforma web para que enólogos, bodegueros y cualquier trabajador implicado, sepa interpretar los datos que BIOMEmakers pone a su disposición a través de la lectura de ADN.
Ellos ya trabajan con bodegas españolas, francesas, italianas, de Estados Unidos o de Argentina. En total 18 países donde la técnica de BIOMEmakers se está aplicando.