Frenar el ébola es un reto para las ONG y organizaciones religiosas que trabajan en África. Algunos de esos religiosos se enfrentan a esta enfermedad incurable pero también a otras como la malaria, igual de mortal aunque en su caso sí tiene cura.
Para estos misioneros estos días de vacaciones en Palencia es muy difícil desconectar de la dura realidad con la que conviven diariamente.