Google se ha hartado de tener que poner coto a sus servicios en China. Desde hace cuatro años, Pekín exigía al buscador una serie de filtros para poder aplicar la misma censura en Internet que impone en la vida cotidiana del gigante asiático. La empresa californiana no va a permitir que se siga vulnerando el principio de libertad de la red.
A patir de ahora, en lugar las búsquedas desde su portal chino se remiten a su servidor de Hong Kong en lugar del de Pekín. Así pretende burlar las restricciones del Gobierno, que está indignado con la decisión de Google y que rechaza las acusaciones de censura.
El gigante tecnológico de Silicon Valley se juega mucho en el mercado chino, con 384 millones de usuarios de Internet, de los cuales ya había fidelizado a la tercera parte.
Google es consciente de que China aún puede bloquear el acceso a sus servicios, pero no está dispuesto a soportar ataques informáticos por no censurar, como le ocurrió hace dos meses supuestamente por orden de Pekín.