Fomentar el consumo de la patata de Castilla y León y aumentar su tiempo de venta para no tener que volver a recurrir a campañas de última hora, como la que se llevó a cabo en el otoño pasado y que ha reportado un incremento de un 60% en las ventas respecto a los meses de octubre y noviembre de 2008. Esta es la intención de la Junta en lo referente al tubérculo.

El Ejecutivo autonómico ha elaborado un plan estratégico que tiene cuatro objetivos prioritarios: adecuar las variedades sembradas a la demanda del mercado, fomentar acuerdos de venta con las cadenas de distribución, elaborar campañas de comunicación e impulsar la creación de estructuras de almacenamiento que permitan prolongar los períodos de venta de la patata de la Comunidad.

Una medida con la que no todos están de acuerdo, ya que la Unión de Campesinos considera que la patata debe ser comercializada al ser cosechada.

También se ha presentado para su estudio y análisis el contrato tipo para patata de consumo en fresco. Un documento que fijará unas cantidades y variedades y que tiene una comisión de seguimiento para controlar el cumplimiento del mismo.