Si hay una enfermedad donde la rapidez es vital para el paciente, ese es el ictus. Cuanto más rápido se atienda a este tipo de enfermos, mejor va a ser su recuperación y menor el tiempo de rehabilitación y las secuelas.
El Código Ictus es un método de trabajo en el que están implicados el Hospital Clínico de Valladolid y el 112. Gracias a este tipo de organización el 70% de los casos que se atienden se hace en las seis primeras horas desde que se produce el ictus.
Un tiempo vital tal y como nos cuenta el Director de la Unidad del Ictus de este centro hospitalario. Según Juan F. Arenillas "la precocidad en toda la cadena de atención es un factor fundamental. Tiempo perdido es cerebro perdido".
El ictus es un infarto cerebral. Hay dos tipos. El más común, y que sufre el 85% de los casos atendidos, es el ictus isquémico. Se tapona una arteria cerebral y una parte del cerebro deja de recibir sangre. El menos común es el ictus hemorrágico. En estos casos se rompe la pared de las arterias y la sangre sale al exterior inundando el tejido cerebral. Este tipo de ictus tiene un mayor índice de mortalidad y las secuelas son más importantes.
Para tratar el ictus hemorrágico, el Hospital Clíncio de Valladolid utiliza una técnica novedosa que pocos centros hospitalarios realizan. Se trata del cateterismo cerebral. Un método que se puede utilizar en el 80% de los casos.
El médio, gracias a esta técnica, consigue meterse, a través de la pierna, dentro de la arteria del paciente, localizar dónde está la causa real de la hemorragia y cerrar el punto sangrante. Mario Martínez, Coordinador de la Unidad de Neurointervencionismo, explica que "el plazo de recuperación es mucho menor que en una cirugía abierta. El paciente, estéticamente, no tiene ningún tipo de alteración y podemos curar este tipo de patología en un tiempo estimado de 30 minutos o una hora".
Pero ¿cómo podemos identificar nosotros cuando una persona está teniendo un ictus? Los síntomas son muy claros. Pérdida de fuerza de medio lado del cuerpo, de una brazo o una pierna. Boca torcida, problemas para hablar, dificultad para ver y dolor muy fuerte de cabeza.
El ictus afecta por igual a hombres y a mujeres y tampoco hace distinción en cuanto a la edad. Pero lo que sí se está notando es que cada vez son más las personas jóvenes que acuden a este tipo de unidades. La razón es nuestro estilo de vida: la obesidad, la falta de ejercicio, la hipertensión, el consumo de alcohol y tabaco.
Sobre este tema, y en especial sobre el ictus hemorrágico, se hablará en un symposium organizado por la Unidad del Ictus del Hospital Clínico de Valladolid al que asistirán más de un centenar de especialistas y que contará con la participación de ocho ponentes que presentarán los tratamiento más novedosos para esta enfermedad.