Miguel Delibes fue de los primeros en denunciar la profundidad que iba a adquirir en unas décadas el drama de la despoblación. En la semana en la que cumpliría 100 años hemos vuelto a los pueblos de una de sus obras, "Viejas historias de Castilla la Vieja". Es un detallado retrato de la vida en el mundo rural de los años 60 que ya obliga a la emigración de Isidoro, su protagonista. 

Hemos charlado con el fotógrafo José Manuel Navia. En una de sus últimas obras titulada "Castilla" volvió a los lugares que describió Miguel Delibes en "Viejas Historias de Castilla La Vieja" y encontró en aquellos relatos "una premonición de todo lo que nos esperaba". Sus fotografías actualizan las que realizó Ramón Masats para edición original de 1960. Para Masats plasman como la despoblación se ha agravado tanto que marca el final de un tipo de vida. "La cultura campesina tradicional se acabó. Si no está muerta está dando las últimas boqueadas. Es un modo de vida que no va a volver pero hay una posibilidad de volver a vivir los pueblos".

Este fotógrafo, que reside en un pueblo, no comparte el análisis que casi siempre hace la política para afrontar el problema. "Enseguida se fijan en las grandes infraestructuras. No son las grandes infraestructuras las que van a salvar al campo. Al campo lo van a salvar pequeños proyectos que surjan desde el mundo rural. Todo lo que venga impuesto desde el mundo urbano para salvar el mundo rural al final no va a funcionar. El mundo rural sabe bien lo que necesita, solo hace falta darle medios para llevarlo a cabo"

Asegura Navia que acercarse a Delibes fue aprender a mirar el mundo. Tanto que tras "Castilla" ha publicado "Alma tierra" que extiende esa mirada a toda la España interior.