Al menos 20 civiles han muerto y otros 90 han resultado heridos en la madrugada de este miércoles en un ataque del Ejército israelí contra una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) en el campamento de refugiados de Jabaliya.
Fuentes médicas citadas por la agencia palestina de noticias Maan han asegurado que la mayoría de las víctimas son niños y mujeres que se habían refugiado en las instalaciones de la agencia de la ONU.
Los bombardeos ejecutados por Israel contra la Franja durante la madrugada han provocado la muerte de al menos 34 personas, según ha detallado el portavoz del Ministerio de Sanidad gazací, Ashraf al Qidra. Entre los muertos hay nueve miembros de una misma familia.
De esta forma, asciende a 1.253 el número de palestinos muertos en el marco de la operación 'Margen Protector', mientras que el número de heridos supera los 7.000, según el balance oficial. Cerca del 80 por ciento de las víctimas son civiles, según los datos facilitados por Naciones Unidas.
Por otra parte, han muerto 53 soldados y dos civiles israelíes a causa del impacto de un cohete, así como un ciudadano de nacionalidad tailandesa. La muerte de todos los soldados israelíes se ha producido después de la decisión tomada el jueves por el Gobierno israelí de iniciar una operación terrestre contra el enclave.
La propia UNRWA reiteró el lunes su petición de que se investigue a fondo el ataque ejecutado la semana pasada por Israel contra una de sus escuelas en la localidad de Beit Hanun, que se saldó con 16 muertos y 200 heridos.
"En base a nuestras informaciones, tras el primer misil varios más impactaron en los alrededores de la escuela en los siguientes minutos. Reiteramos nuestra condena y consternación por el incidente, así como por la pérdida de vidas", dijo el portavoz de la agencia, Chris Gunness.
"Pedimos una investigación exhaustiva. Esperamos un informe justo y objetivo que establezca los hechos sobre las muertes en Beit Hanun. Es importante que haya transparencia y rendición de cuentas por el ataque contra una escuela de la ONU claramente señalizada donde cientos (de personas) se refugiaban", ha remachado.
Más de 182.000 palestinos han abandonado sus hogares en las últimas dos semanas para escapar de la ofensiva israelí y refugiarse en 82 instalaciones de la UNRWA, aunque la agencia ha alertado que ni siquiera estos centros son seguros y varios de ellos han sido atacados en los últimos días.
El lunes, la UNRWA elevó a cuatro el número de sus trabajadores fallecidos en el marco de la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza. "La UNRWA está profundamente entristecida por tener que anunciar que un cuarto trabajador ha muerto. Los trabajadores humanitarios están haciendo sacrificios extraordinarios", afirmó el propio Gunness.
"El trabajador de la UNRWA ha fallecido en Gaza cuando fue alcanzada la vivienda adyacente a la de su hermano. Él murió, su mujer y tres de sus seis hijos resultaron heridos", detalló, a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.
La primera baja sufrida por la UNRWA tuvo lugar el 20 de julio cuando un misil impactó en la vivienda de una profesora de 55 años de edad que había trabajado durante 20 años con la agencia.
El día siguiente murió otra profesora, de 40 años de edad, junto a diez miembros de su familia cuando intentaba huir de la ofensiva en el barrio de Shujaia. El 23 de julio murió un profesor cuando se dirigía desde su casa hasta el refugio en la escuela Zaitun.