Centenares de personas trabajan a destajo bien con zanjas a modo de cortafuegos o bien tratando de sacar un clavo con otro clavo derramando yeso en los ríos para que no avance el vertido de barro tóxico. Pero éste persiste en su avance.

El lodo rojizo procedente de la balsa de residuos de la planta de aluminio por fin ha llegado a la columna vertebral del territorio magiar. Ya ha alcanzado el río el Danubio, la segunda mayor cuenca de Europa, al tiempo que para el ecosistema de buena parte de Hungría, incluida Budapest.

"Desconocemos el alcance"

Donde ha llegado, ha causado tal desastre que se estima que será necesario más de un año patra recuperar la zona. Este jueves la ha visitado el primer ministro húngaro Viktor Orban, quien ha destacado su gravedad. “Es una catástrofe ecológica enorme, y desconocemos el alcance que ha tenido", ha afirmado, "es realmente grave, gigantesca porque en los ríos tiene efectos a decenas de kilómetros de aquí”.

"Ya no es un lugar para mi familia"

A donde ha llegado el barro lo ha dejado inhabitable durante bastante tiempo. Tanto que muchos de sus residentesdan sus vidas allí por perdidas. “No traeré a mi familia de vuelta aquí, estoy seguro e inisto en ellos, este ya no es un lugar para mi familia”, relata a Reuters un habitante de Kolontar. "Nos queremos ir a donde sea", se lamenta otra vecina, "me gustaba vivir aquí, era un lugar hermoso y tranquilo, pero ahora mi vida entera se ha arruinado”.

En Kolontar y en otros pueblos de la zona afectada por el vertido, los vecinos comienzan a organizarse para que la empresa dueña de la planta pague por la catástrofe que ha provocado y ya estudian como plantear una posible batalla legal.