Hay ganaderos que hoy en día tienen que cerrar sus negocios por falta de solvencia y porque los precios están por los suelos. Pero como no hay mal que por bien no venga, siempre está el lado opuesto: el que teniendo exceso de oferta encuentra nuevas salidas. En ese caso puede cumplir con el cupo de la empresa que le recoge la leche e incluso con otra dedicada a montar las modernas expendedoras a pie de calle. Aquí el litro sale a un euro, pero nada tiene que ver su sabor, con la que nos encontramos en cualquier comercio.

En la localidad vallisoletana de Medina del Campo, por ejemplo, Félix del Villar comercializa desde hace un mes leche recién ordeñada. Tan simple como llevar una botella, o comprarla allí mismo por 30 céntimos, dar al botón y listo.

El producto apenas viaja. No pasa por ningún proceso químico. Sólo se pasteuriza a 75 grados durante unos segundos, se devuelve a su temperatura adecuada, unos 4 grados, y se transporta en tanques especiales hasta el punto de vente.

Nos asegura que se venden al día unos 100 litros, y en otra que posee en Tordesillas, unos 90. Espera que en otoño se conozca más el producto. El verano está siendo de momento una toma de contacto y una época para dar a conocer el sistema.

La granja con la que mantiene el negocio está a 200 metros de la máquina. Lucio Pérez cuenta con 160 vacas de ordeño. Produce unos 4.000 litros diarios y siempre está preparado para abastecer a Félix.

Una alternativa al tetra brik donde emprendedor y ganadero salen beneficiados.