Un 3,1% de las muertes en el mundo están causadas por agua contaminada o la falta de infraestructuras sanitarias.
Las consecuencias relacionadas con el consumo de agua no potable provocan cada año más víctimas mortales en todo el mundo que cualquier tipo de violencia, incluida la guerra.
En total, se estima que 884 millones de personas no tienen acceso a este bien fundamental que repercute en la Sanidad, la Seguridad y la calidad de vida, especialmente de los niños.
Cada 15 segundos muere un niño por una enfermedad causada por la falta de agua segura para beber. El problema es más grave se produce en los países en desarrollo.
La población, la industria y la agricultura arrojan cada día dos millones de toneladas de desecho a los ríos, lagos, mares y océanos.
Sólo un 2% del agua que hay en el planeta es potable. Es por tanto un recurso natural escaso.