Continúan las protestas contra el Gobierno en Túnez, aunque se ha rebajado en gran medida sin intensidad. El anuncio de que el presidente Ben Alí no se presentará a la reelección ha aplacado en parte unos ánimos muy encendidos en la población y que en las últimas semanas han podido dejar más de 60 muertos en las calles tunecinas.
Centenares de personas han vuelto a las avenidas, aunque esta vez para celebrar que un día dejará el Gobierno el que señalan como el causante de la precariedad de sus vidas.
Baja los precios
En un mensaje televisado a la nación el presidente tunecino Abidine Ben Alí ha anunciado la reducción del precio de los alimentos básicos y que no se presentará a la reelección en los comicios de 2014. Pondrá así fin a un mandato que ya dura 23 años y que parecía sempiterno.
Más de 60 muertos
Las protestas de los últimos días han acabado con el halo de perpetuidad que rodeaba al presidente. Los tunecinos han tomado las calles de las principales ciudades en los últimos días por el alto desempleo y las subidas de los precios de productos básicos. La policía las ha reprimido con fuerza, matando a 23 personas según las fuentes oficiales y a más de 60 según denuncia la oposición.
Incertidumbre sucesoria
Muchos se han calmado tras el anuncio presidencial, pero miles han clamado en la capital pidiendo su cese inmediato. Todo apunta a que Ben Alí finalmente agotará el mandato y tras éste muy probablemente continúe su familia en el poder, bien en la figura de su yerno Mohamed Sakhr El-Materi o en la de su esposa Leia Trabelsi, que desde hace cierto tiempo toman posiciones para suceder al presidente, de 74 años de edad.
Mucho más han de torcerse las cosas en Túnez para que la política de Ben Alí no tenga continuidad si se tiene en cuenta que desde que se presentara por primera vez en 1987 ha encadenado una victoria electoral tras otra con apoyos que superan el 85% del sugragio.