Turquía celebra este domingo Elecciones Generales, en las que, salvo sorpresa de última hora, Tayip Erdogán será primer ministro por tercera vez consecutiva. Según las encuestas, su partido islamista moderado va a obtener entre el 40 y el 50 por ciento del escrutinio.
Los turcos votan en unas elecciones que parecen sentenciadas desde antes de comenzar según las encuestas. Le dan al primer ministro una amplia victoria impulsada por la pujanza economía en la que ha instalado al territorio anatolio en los últimos años y el acercamiento a la Unión Europea.
Según los sondeos, los islamistas moderados del AKP de Erdogan sacaría más de 20 puntos de ventaja sobre el mayor partido de la oposición el laico CHP. Sin embargo, también indican que el primer ministro no va a lograr su objetivo principal en los comicios: obtener una mayoría suficiente en el Congreso para reformar la Constitución si necesidad de apoyos del resto de formaciones, que se oponen a sus intenciones, al igual que el ejército. De hecho, la modificación de la Carta Magna restaría poder a los militares.
Independientemente del resultado, estas elecciones quedarán marcadas para los turcos por el juego sucio durante la campaña. Varios altos cargos de la oposición han dimitido después de que se difundieran vídeos grabados con cámara oculta en los que se les ve manteniendo relaciones extramatrimoniales.