El cribado neonatal en España tiene nombre. El de los dos médicos, Mayor Zaragoza y Magdalena Ugarte, que lucharon por que estas pruebas se instalaran en todo el país como método para encontrar enfermedades que necesitan de un tratamiento urgente.
En el año 82 la prueba del talón a los recién nacidos empezó a realizarse en todo el país. Las muestras de Castilla y León se envíaban por aquel entonces a Santander. No fue hasta el año 90 cuando empezaron a analizarse en Valladolid.
Desde ese año se han analizado las muestras recogidas de 370.000 reciendo nacidos en nuestra comunidad, con 275 positivos. Niños con enfermedades detectadas de bebés que ahora son adultos normales gracias a esta prueba y a la rapidez en el tratamiento.
Desde el pasado mes de julio el ministerio estableció la cartera básica de servicios que obliga a todas las comunidades autónomas a realizar un mínimo de siete pruebas. Se detectan, entre otras, enfermeddes como el hipotiroidismo, la fenilcenoturia... Pero en Castilla y León se analiza una más, la hiperplasia suprarenal congénita.
Son enfermedades que no dan la cara hasta que pasan unas semanas o incluso meses y que pueden provocar la muerte. Detectarlas en los primeros días de vida del recién nacido facilita un tratamiento.