Este año, los lenguajes artísticos dispares han sido los grandes protagonistas de la quinta gala de coreógrafos y compañías profesionales de danza de Castilla y León. El evento se celebraba este jueves en el Teatro Calderón.
Participaron tres compañías residentes en Castilla y León: Mónica de la Fuente, Kike Arias y Alicia Soto-Hojarasca. Todas ellas mezclaron diferentes estilos de danza.
Mónica de la Fuente se subió al escenario del Calderón junto a su hija, Nazaré. Ambas representaron 'Cuerpo Habitado', obra que narra el vínculo que se crea entre una madre y un hijo desde el momento del parto. Actuaron mezclando dos estilos: la danza clásica de la India y la danza española.
Kike Arias presentó 'Diáspora'. Una obra con la que pretende que el público tome conciencia sobre sus raíces. Sin importar si está lejos o cerca de su tierra. Anima a los espectadores a acercarse al presente y a la cultura tradicional.
Por último, la compañía de Alicia Soto-Hojarasca hizo dos representaciones:
'Regards (miradas)', interpretada por la bailarina Renata Edison, quien a través de su coreografía tan cuidada buscaba conmover a los asistentes.
'Sublime enfado' es otra de las obras que Alicia Soto que subió al escenario del teatro vallisoletano: una representación digital que narra el encuentro entre la directora y varios artistas portugueses, como el director de teatro Júlio Martín da Fonseca.
Esta quinta gala ha sido diferente a las anteriores, pero con el mismo objetivo de siempre: poner en valor el talento y el trabajo de las compañías profesionales de danza residentes en Castilla y León.
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