Manuel Torres / rtvcyl
El pasado miércoles fue un día fiesta para el SIP de Caja Madrid y Bancaja en el que participan Caja Ávila y Caja Segovia. Hacían pública la imagen de su Banco. Se llamará Bankia. Un nombre sonoro y luminosos para vender futuro. Sin embargo, a las 24 horas se empieza a oscurecer. Bankia es nombre de cuestiones variopintas y su sonido recuerda a marcas financieras, que pueden incluso echar atrás la denominación.
Verde lima sobre fondo caoba para expresar la modernidad del banco sustentada en una tradición de nobleza. Su diseño transmite fortaleza, integración, internacionalidad y detallismo. Pero la selección parece no haber entrado en el detalle. A no ser que su primer destino internacional sea la ciudad búlgara de Bankia, famosa por sus balnearios y sus aguas, que también podrían servirse en los consejos de administración y en las recepciones, pues es embotellada por una empresa de Coca-Cola.
Bankia era también un banco noruego que compró el Santander en 2005. La marca ya no existe y parece que no dará problemas de propiedad. Sin embargo, no sucede así con Rankia, una comunidad de usuarios financieros y de banca, que ya ha anunciado en Twitter que ha acudido a la Oficina de Patentes.
No se espera, sin embargo, que nadie denuncie al Banco Financiero y de Ahorros, ante la Academia de las Ciencias por usar el nombre de un molusco del Pacífico Norte, el 'bankia seraceae', o de una mariposa, 'la melanitas leda bankia'. Ni siquiera por correr el riego de que el habla popular metamorfosee 'Bankia en Branquia', evidentemente no porque el tesoro esté en el fondo del mar.