No es tiempo de vendimia, pero en los viñedos se trabaja estos días a destajo. La vid no deja de ser una planta más y requiere de una poda para tratar de controlar el ciclo vegetativo. Un proceso que requiere personal cualificado para no cortar más de la cuenta y que es vital para llegar a la calidad deseada.
Cada corte rebaja el número de uva pero no se busca la cantidad, sino la calidad. El uso de la tijera debe hacerlo personal cualificado porque no se tajan todos los palos igual.
Tras el trabajo manual, llega el mecánico para limpiar el terreno de sarmiento. Después por naturaleza florecerá, momento en el que se volverá a sacar la tijera para desechar racimos inferiores de cara a la definitiva vendimia.