Un abarrotado salón de convenciones de la universidad de Tucson ha sido el escenario para el emotivo homenaje a las víctimas del tiroteo. Entre aplausos, Barack Obama ha instado a los norteamericanos a reflexionar y a ser tolerantes: "Tenemos que examinar los motivos que están detrás de esta tragedia. No podemos ignorar este tipo de violencia, debemos aprender para evitar sucesos así en el futuro. Pero lo que no podemos hacer es usar esta tragedia como una ocasión para enfrentarnos los unos contra los otros".
Estas palabras de Barack Obama parece que han consolado a una población aún conmocionada por el atentado. Y, sobre todo, a pesar de las últimas declaraciones de Sara Palin, el discurso conciliador de Obama ha evitado avivar la polémica en torno a la responsabilidad de la extrema derecha en lo sucedido.
Sin embargo, se ha vuelto a abrir el debate sobre los permisos de armas en Estados Unidos.