El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró este miércoles que "Corea del Norte es una amenaza que necesita ser tratada" , después del ataque contra una isla del Sur que ha acabado con la vida de dos soldados. Así, el mandatario acordó con su homólogo surcoreano, Lee Myung Bak, continuar con los ejercicios militares en la costa oeste de la península coreana.
En una conversación telefónica, Obama y Lee acordaron continuar con estos ejercicios, como una muestra del apoyo estadounidense a Corea del Sur. "Estados Unidos continúa firme y completamente comprometido con la defensa de su aliado", reza el comunicado hecho público por la Casa Blanca.
Horas antes, en una entrevista concedida a la cadena estadounidense ABC, Obama consideró que, tras el ataque de Pyongyang a la isla surcoreana de Yeonpyeong, "Corea del Norte es una amenaza que necesita ser tratada", aunque se negó a especular sobre una eventual intervención de Estados Unidos en este país. "No voy a especular sobre una acción militar en este momento", aseveró.
En referencia a este incidente, que ha elevado al máximo la tensión entre las dos Coreas, el dirigente señaló que "es una provocación más de las muchas que hemos visto en los últimos meses", haciendo alusión al hundimiento de un buque surcoreano, el 'Cheonan', con 46 marineros a bordo, a causa de un torpedo lazado por el Norte, y a las recientes revelaciones sobre su potencial nuclear.
En este contexto, el mandatario instó a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre el régimen liderado por Kim Jong Il. En concreto se refirió a China, aliado estratégico de los norcoreanos, a cuyas autoridades solicitó que trasladen a Pyongyang que "esto no es un juego, hay reglas internacionales que debe cumplir".
REUNIÓN EN EL PENTÁGONO
En la misma línea señalada por Obama, las cúpulas de seguridad de Estados Unidos y Corea del Sur acordaron a última hora del martes, en una reunión celebrada en el Pentágono, coordinar cualquier tipo de acción contra Pyongyang, según informó esta institución a través de un comunicado.
En el marco de este encuentro, el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, felicitó a su par surcoreano, Kim Tae Young, "por la contención mostrada por su gobierno" ante dicho ataque, que Washington considera una violación del armisticio que puso fin a la guerra coreana (1950-1953).