Junio de 2011, Briviesca. La empresa Cardenal dedicada a la sastrería a medida cierra sus puertas. Tras décadas confeccionando trajes para algunos de los sastres más importantes del país, su andadura termina. En ese momento, cinco de sus trabajadores deciden intentar continuar por su cuenta y, algo más de un año después, nace Antonaga.
El camino hasta hoy no ha sido sencillo. Con todos sus ahorros invertidos, estos emprendedores han logrado hacerse un hueco y ya han logrado terminar cerca de 4.000 trajes. Su objetivo es seguir creciendo y conseguir aumentar su plantilla actual de 15 trabajadores, aunque siempre sin perder su principal carta de presentación, la alta calidad.