Coches destrozados, árboles caídos y varios heridos. Es la huella que el huracán Kirk está dejando en Castilla y León: "Casi me tira el aire", afirman los viandantes. En lugares como Valladolid, el vendaval ha arrancado tejados. Aquí también ha habido derrumbes. Las aulas de la Universidad se han visto afectadas y en el hospital de Medina del Campo ha habido varios cortes de luz a causa del temporal.

En otras provincias, como en Palencia, se han desprendido fachadas, se han formado balsas de agua y las fuertes rachas han doblado torres eléctricas.

En Ávila las terrazas de los bares han acabado arrasadas y en León han tenido dificultades para abrir los paraguas y en Segovia tampoco se han librado. Kirk ha obligado a cerrar varios parques. Al igual que en Zamora, donde los bomberos no han parado de trabajar.

El peor momento del día fue a mediodía. Las rachas de viento superaban los 100 km por hora. Ahora la situación parece que se ha estabilizado.

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