Las fuerzas armadas norcoreanas han ido más allá del límite esperado y por el resto del mundo desde hace más de medio siglo. El régimen estalinista de Pyongyang ha atacado la surcoreana de Yeongpyenyong. Las columnas de humo sobre sus edificios han devuelto al Paralelo 38 la tensión bélica de hace medio siglo.

La isla sobre la que han caído decenas de misiles norcoreanos está muy cerca de la frontera marítima entre dos vecinos más que mal avenidos. Las poblaciones atacadas han sido rápidamente evacuadas durante el bombardeo. Corea del Sur ha contestado con misiles y una escaramuza aérea a la agresión, sin que se conozcan posibles daños causados con su respuesta.

Al menos dos soldados muertos

El gobierno de Seúl ha reconocido la muerte de dos de sus soldados y heridas en más de una docena, en un ataque de cuya iniciativa los norcoreanos culpan al sur. Seúl ha admitido que antes de la agresión estaba realizando pruebas balísticas en la isla, pero asegura que ninguno de sus proyectiles alcanzó entonces a nada que tuviera que ver con Corea del Norte.

Según los analistas internacionales puede tratarse de una maniobra de demostración de fuerza del dictador Kim Kong Il, con la que trataría de enseñar músculo militar ante las frecuentes maniobras conjuntas del Ejército surcoreano con el estadounidense desde marzo, cuando se produjo el último incidente de gravedad.

El incidente más grave desde el Cheonan

El pasado 26 de marzo la corbeta surcoreana Cheonan se hundió muy cerca de la frontera con Corea del Norte y sus 46 tripulantes murieron. Inmediatamente se culpó a Pyongyang de haber torpedeado el barco, un extremo que se ha negado a admitir el régimen comunista, a pesar de que la ONU expresó hace meses que condenaba esa agresión.

Nivel de alerta máxima

Esta vez, Corea del Norte ha dado un paso más y han atacado directamente el territorio norcoreano. Ha elevado el nivel de alerta en la península hasta un grado similar a los de la Guerra Fría y ha sembrado el pavor en toda la comunidad internacional, ya que Se teme que Corea del Norte pueda emplear las cabezas nucleares que se cree que prepara en sus centrales.

Seis décadas en estado de guerra

El incidente es uno más de un estado de guerra que prevalece desde hace seis décadas con diferentes escaladas de tensión.

Todo comenzó el 25 de junio de 1950, cuando las bombas cayeron más allá del Paralelo 38, la línea divisoria entre la corea comunista de Kim Il Sul al norte con apoyo soviético y el régimen autoritario de Syngman Ree del sur, firme aliado de Estados Unidos en la Guerra Fría. 90.000 norcoreanos atacaron por sorpresa a sus vecinos, obligándoles a batirse en retirada hasta un estrecho perímetro en torno a la ciudad de Punsal, en el extremo meridional de la península.

El presidente estadounidense Harry Truman ordenó entonces la intervención de su ejército para socorrer a Corea del Sur, primero con sus bombarderos y después con la séptima flota y el grupo de operaciones Smith al mando del general Mc Arthur.

Sin tratado de paz

Al poco se les unieron tropas de otros 15 países bajo bandera de la ONU. La coalición internacional recuperó el terreno perdido y avanzó hasta territorio norcoreano, pero China intercedió a favor de Pyongyang y les hizo retroceder hasta el paralelo 38.

Durante tres años se libró una batalla cruenta en torno a esta línea divisoria en la que murieron 800.000 surcoreanos y aliados y un millón y medio de chinos y norcoreanos, demás de dos millones y medio de víctimas civiles. Finalizó en 1953 sin apenas cambios territoriales y con un armisticio, no con un tratado de paz.