Durate siglos, cientos de miles de ovejas trashumantes se esquilaban cada año en la sierra segoviana. En torno a la extracción y lavado de la lana, se concentraban ganaderos, comerciantes, banqueros, contratistas e industriales textiles que se alojaban en sus palacios durante estas labores que tanto enriquecieron a la Corona de Castilla. Inspirado en uno de aquellos edificios, en 1997 abrió sus puertas El Palacio del esquileo, un alojamiento rural en Sotos de Sepúlveda, que trata de preservar alguno de los rasgos de una edad de oro para el campo segoviano.
El edificio está construido sobre las ruinas de un auténtico palacio del esquileo cuyos dueños solían habitarlo entre los meses de mayo y junio, época de extracción de la lana que tanto los enriquecía. El alojamiento cuenta con tres salones y 20 habitaciones, 11 de ellas de corte clásico para que los huéspedes se sientan como unos verdaderos aristócratas.