El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró este miércoles en León que la Junta de Castilla y León ya trabaja en la creación del Plan de Restauración de la zona afectada por el incendio de Navalacruz, en Ávila, para lo que ya se ha mantenido contacto con los alcaldes.
Un Plan para el que "es muy pronto para hacer una estimación económica" y en el que se incluirá el restablecimiento de suministro pastos para la ganadería, protección de los acuíferos y captaciones de agua de las captaciones, ya que el incendio puede contaminarlos, extracción de madera quemada, creación de fajinas para contener los arrastres y la repoblación forestal de las partes arboladas.
Juan Carlos Suárez-Quiñones apuntó que el objetivo de la Junta mediante dicho Plan será "dejar la zona en el estado que tenía antes del incendio", para lo que consideró que "el Gobierno de España también tendrá que participar".
En este sentido, el consejero aseguró mantiene el contacto con el secretario de Estado del Medio Ambiente y puntualizó que la declaración de Zona Catastrófica "es competencia del Gobierno central".
En cuanto a la superficie afectada por las llamas, el consejero de Fomento y Medio Ambiente recordó que él la cifró "en no más de 12.000 hectáreas", pero matizó que "es muy pronto para determinada", ya que "por el momento el incendio está estabilizado sin llama, pero con alguna reproducción interior". Así, la determinación de la superficie se llevará a cabo por los medios aéreos "una vez que el fuego se declare controlado y cerrado en su perímetro".
No obste, Suárez-Quiñones señaló que "va a ser uno de los incendios más extensos que se hayan producido en la historia de Castilla y León", donde hasta ahora ocupaba el primer lugar el incendio de Castrocontrigo, León, en 2012, que quemó más de 12.000 hectáreas, aunque "la diferencia no se encuentra solo en la extensión sino también en la calidad de la superficie quemada".
El consejero de Fomento y Medio Ambiente recordó también que "ayer seis desalmados prendieron seis focos en la provincia de Salamanca", lo que "dio lugar a dos incendios, uno que ya está apagado y otro en San Felices de los Gallegos, para el que se trabaja en su estabilización". "Parece que ejemplos como el de Ávila no les pareció suficiente", lamentó.